Poderosa Meditación con la luz oro rubí y el Arcángel Uriel
GRATIS, Precio sugerido: $3.00
En esta meditación, voy a guiarte hacia un estado de armonía superior, en compañía del amado arcángel Uriel. Vamos al templo del rayo oro rubí para recibir sus cualidades divinas.
Descripción
En esta meditación, voy a guiarte hacia un estado de armonía superior, haciendo uso del rayo de la abundancia, la luz Oro Rubí. El amado arcángel Uriel nos hará entrega de una piedra preciosa a nivel espiritual. Vamos al templo del rayo oro rubí para recibir sus cualidades divinas.
Decretos de abundancia del rayo oro rubí
- YO SOY la gran abundancia de Dios, hecha visible ahora mismo y continuamente para mi uso ilimitado.
- YO SOY el amor infinito, fuente de riqueza, abundancia, prosperidad y acierto.
- YO SOY la prosperidad en mis negocios, mis finanzas y todos mis asuntos.
- YO SOY el amor en continua expresión. Yo recibo amor de forma ilimitada en todas partes.
La meditación hará maravillas en tu vida
El primer paso para el control de ti mismo es el aquietamiento de toda actividad externa, tanto de cuerpo como de mente. Entre quince y treinta minutos por las mañanas antes de empezar el trabajo del día, y por las noches antes de irte a dormir, hará maravillas para cualquiera que haga el esfuerzo necesario.
Asegúrate de no ser interrumpido, y después de quedarte muy quieto, visualiza y siente tu cuerpo envuelto en deslumbrante luz blanca. Durante los cinco minutos, mientras mantienes esta imagen, reconoce y siente intensamente la conexión entre el ser externo y tu poderoso Dios interno, enfocando tu atención en el centro-corazón y visualizándolo como un sol dorado.
El siguiente paso es el reconocimiento. “Ahora Yo acepto gozosamente la plenitud de la Poderosa Presencia de Dios – el Cristo Puro”. Siente el gran resplandor de la Luz e intensifícalo en cada célula de tu cuerpo durante al menos diez minutos más.
Después cierra la meditación con la orden: “YO SOY un hijo de la luz – yo amo la luz – yo sirvo a la luz – yo vivo en la luz – yo soy protegido, iluminado, suministrado, sostenido por la luz, y yo bendigo a la luz”.
Recuerda siempre: “Uno se convierte en aquello sobre lo que medita”, y puesto que todas las cosas proceden de la Luz, la Luz es la perfección suprema y control de todas las cosas.
“La contemplación y adoración de la luz obliga a que la iluminación tenga lugar en la mente, y a que la salud, la fortaleza y el orden entren en el cuerpo – y a que la paz, la armonía y el éxito se manifiesten en los asuntos de cada individuo que realmente lo haga y que busque mantenerlo.
A través de los siglos, en cada época, bajo toda condición, se nos ha dicho por quienes han expresado los mayores logros en la vida, que la Luz es suprema – la Luz está en todas partes – y en la Luz existen todas las cosas.
Esa verdad es tan cierta ahora como lo era hace un millón de años. Remontándonos hasta donde hay algún registro de humanidad, los sabios y grandes seres de todas las épocas son representados con una radiación de Luz alrededor suyo, emanando de la cabeza y cuerpo de cada uno.
Esta Luz es real – tan real como la luz eléctrica en vuestros hogares. No está distante el día en que se construirán máquinas para revelar la emanación de Luz alrededor de cada individuo, a la visión física de todo el que quiera observarlo. Dicha máquina también mostrará la contaminación – o decoloración – que se vuelve una nube alrededor de la Luz de Dios, que genera el ser personal a través de los pensamientos y sentimientos discordantes. Este – y sólo este – es el modo en que la energía de la gran corriente de vida es mal utilizada y calificada erróneamente.
Si practicas este ejercicio con dedicación, y lo sientes en cada átomo de tu mente y cuerpo, con profunda, profunda intensidad, recibirás abundantes pruebas de la tremenda actividad, poder, y perfección que reside, y está eternamente activa, dentro de la LUZ. Cuando hayas experimentado esto, incluso durante poco tiempo, no necesitarás más pruebas.
Tú te conviertes en tu propia demostración. La Luz es el Reino. Entra en ella y sé – en paz. Regresa a la Casa del Padre. Después de los diez primeros días de usar este ejercicio, es bueno hacerlo tres veces al día – mañana, mediodía y noche.
A menudo oímos la queja: “oh, yo no puedo emplear todo ese tiempo”. A cualquiera que sea de esa opinión, deseo decirle simplemente esto: El tiempo que la persona promedio gasta en criticar, condenar, y acusar a personas, situaciones y cosas por no ser diferentes a lo que son, si se ocupara en este reconocimiento y uso de la Luz, manifestaría el cielo en la Tierra para el individuo que se atreva a probar, y que tenga la suficiente determinación para mantenerlo. Nada es imposible. La luz siempre es victoriosa.
La Luz es el modo en que Dios crea y mantiene Orden, Paz, y Perfección en toda Su Creación. Todo ser humano en esta Tierra puede tener todo el tiempo que quiera para hacer esto, cuando su deseo de hacerlo es lo bastante intenso. La INTENSIDAD del deseo, por si misma, reordenará el mundo de personas, situaciones y cosas, para proporcionar ese tiempo, si él fervientemente desea utilizarlo para su elevación. Ninguna persona en el mundo es la excepción a esta ley – porque el deseo intenso de hacer algo constructivo, cuando se vuelve LO BASTANTE INTENSO, es el Poder de Dios que libera la energía necesaria para crear y expresar la cosa deseada.
Todos tienen el mismo privilegio supremo de contactar con la todo-poderosa Presencia YO SOY, y es el único poder que alguna vez elevó, eleva ahora, y elevará al Ser personal y a su mundo por encima de la discordia y la limitación terrenales. Amado hijo, prueba esto con gran determinación y SABRÁS QUE DIOS EN TI ES TU VICTORIA SEGURA.
Saint Germain
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