Los ángeles y arcángeles viven solamente para irradiar la Naturaleza de Dios, la Virtud de Dios ¡Ellos no trabajan, Ellos brillan! Ellos se paran alrededor del Trono del Gran y Poderoso Padre-Madre Eterno, y zambulléndose dentro del mar Viviente de esa Aura hasta que sus cuerpos vibran con Esa Luz, entonces, de acuerdo a la dirección de Dios, Se lanzan hacia fuera llevando la Esencia y Sustancia de Fe, Esperanza, Amor y Curación a las cuatro esquinas del Reino. Llámenlos para su más alto beneficio y el de todos los seres. -Madre María