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Purificarse usando la Presencia YO SOY

Todo ser humano arrastra un saldo de errores a través de su larga existencia en el mundo. Con pensamientos y evocaciones discordantes, él creó, en la atmósfera que le rodea, formas nocivas, que actúan según sus vibraciones predominantes; pero por otra parte YO SOY DIOS EN ACCION emana siempre un fuego consumidor de toda impureza y formas malignas creadas por el ser humano y es al mismo ser humano a quien le toca aplicar la LLAMA DEL AMOR DIVINO para destruirlas, consumir todas sus propias creaciones y purificar su mente, su cuerpo y su mundo. ESTE ES EL PERDÓN DE LOS PECADOS. Esta es la liberación de todas las limitaciones y las imperfecciones.

Cada individuo debe purificarse de sus propias creaciones mediante el amor a sus semejantes. Ningún ser puede salvarse sólo, pues para salvarse tiene que salvar a los demás con él. Nadie puede escapar a la Ley de AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS. Inútiles son las iglesias, las oraciones, las religiones y las escuelas sin esta ley. Todas ellas, con sus monumentos, no pueden nivelarse con esta frase de seis palabras: “AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS”. Tras la purificación de sí mismo hay que pensar en los demás. YO SOY LA LLAMA DEL AMOR DIVINO QUE PURIFICA LA SUSTANCIA MENTAL, EMOCIONAL Y FÍSICA; DISUELVE Y CONSUME EN MIS HERMANOS Y EN MÍ, TODO LO IMPERFECTO Y VIVIFICA NUESTRO CORAZÓN PARA AMAR COMO YO SOY; AMA.

La llama del amor Divino acelera las vibraciones en todos los cuerpos, a un grado tal, que ninguna imperfección densa y baja puede subsistir. SOLO EL AMOR DIVINO A LOS DEMÁS PUEDE OBRAR ESTE PRODIGIO y ejercitar al discípulo para convertirlo en Maestro y Salvador del mundo.

EL REINO DE DIOS ES EL REINO DE LA LLAMA DEL AMOR DEL CUAL NOS HABLA JESÚS en su sermón de la Montaña; “Pedid el reino de Dios y su justo uso”, pues el Reino o la llama del amor es todo gozo, victoria, libertad, perfección, gloria, belleza, abundancia, etc. todos estos dones debemos proyectarlos al prójimo para que se reflejen en nosotros y para que la personalidad sea consumida con sus miedos y temores.

El uso consciente de las afirmaciones diarias, en provecho del prójimo activa y proyecta el fuego divino con mayor facilidad y así se cumplen las palabras de Jesús cuando nos dijo: … “Mayores cosas haréis”. La llama Divina es la Fuente de Todo Poder que mana del Corazón de Dios; solamente por el uso constante con conciencia y altruismo, el aspirante aniquila los dos ladrones de la felicidad humana que son el temor y la duda.

Todo individuo puede llegar a la perfección en esta tierra; pero no todo ser humano quiere llegar a ella. Cuando el hombre mantiene, con suficiente determinación, su atención en el YO SOY, la perfección se manifestará en todas las experiencias de la vida. Yo soy fabricante de magos, decía un ser audaz; pero, así como para fabricar piezas oro se necesita de oro, así también para fabricar magos es menester de seres con alma de magos.

El Fuego Sagrado mantiene y realiza todo lo que existe en el cielo y en la tierra. Es la PRESENCIA YO SOY mediante la cual todo ser humano puede expresar A LA LEY DIVINA EN ACCIÓN. Aquél que usa este fuego, por medio de la afirmación consciente, forma alrededor de su mente, cuerpo, hogar, mundo y todos los asuntos, un aura de intensa luz, y recibirá las bendiciones que trascienden sus más caros anhelos y acariciados sueños.

Si los médicos y enfermeras supieran el manejo de esta llama consumidora, podrían actuar y dar ayuda que no tiene límite a sus enfermos, sin ser afectados ni contaminados por las mismas enfermedades.

Si los maestros de escuelas manejaran el poder de la Llama Divina en sus discípulos, podrían enseñar con un trascendental adelanto, durante largo tiempo, sin sentir cansancio ni agotamiento. Si los comerciantes y negociantes la emplearan, evitarían el engaño, el robo, la intriga y la discordia de la humanidad.

¡Discípulo! Si los maestros, políticos, sacerdotes y demás directores de la humanidad no quieren o no sospechan la presencia de la Llama Divina para utilizarla, tú tienes el deber de usarla para bien de ellos. Tú estás obligado a convertirte en luz, guía y salvador de ellos. Tú tienes que mantener por medio del amor y la afirmación, esta llama, esa LUZ INEFABLE, en ellos. La misión del Super-hombre, del ser excelso, es la de intensificar el fuego DIVINO en sus semejantes para que no resistan al flujo de “YO SOY DIOS EN ACCIÓN EN CADA UNO DE ELLOS” y así vibrarán armónicamente al unísono de la Ley, hasta que llegue a ellos la comprensión y responderán a su llamado.

Esta es la misión del discípulo y salvador: No pensar en sí mismo y dedicar todos sus esfuerzos para salvar a los demás. No esperar nada de nadie y que esté preparado para dar todo.

Quien da recibe: Practica esto con amor impersonal, durante cinco o diez minutos cada día, y antes de un año sentirás tal libertad en el cuerpo, tal iluminación en la mente, tal acierto en los trabajos y tal poder en los pensamientos y palabras que ya no querrás hacer otra cosa que continuar esta práctica. Porque “YO SOY LA PLENITUD DEL AMOR” y en la Plenitud del amor están todas las cosas deseadas.

Estamos seguros que estas semillas que sembramos hoy, en los corazones y mentes de los hombres, no serán aprovechadas sino por cinco o diez por ciento de los que las reciben. Los demás, por encontrarlas sencillas o porque no cuestan mucho dinero, o por no comprenderlas, no las sabrán apreciar; pero nosotros somos los sembradores y la Madre Naturaleza es la que tiene a su cargo la vida y el crecimiento de las semillas.

Todo deseo, aspiración o anhelo es una llamada del yo personal al Intimo “YO SOY”. Es Su Voluntad que quiere manifestarse en lo externo.

Cuando el discípulo pide debe comprender que el “YO” externo es el que llama a “YO SOY DIOS INTIMO”, quien gobierna la sustancia y la energía para que decrete su expresión.

“YO SOY” es la Poderosa e Infinita Presencia de Dios en acción, que tiene en su poder todos los principios de vida y actividad en el mundo y en cada ser. De su poderosa esencia nos llega todo lo que es. Es la Omnipotencia de la Vida; es la Omnipresencia de la LUZ, ES DIOS en acción que gobierna y guía las mentes humanas hacia la Verdad y Justicia.

Dios es Vida y la Vida es Amor, Paz, Armonía y Bienestar. A ella no le interesa quien la use; es como el sol que alumbra al bueno y al malo, al lobo y al cordero, “YO SOY” es la misma vida activa y cuando un ser humano dice “YO SOY”, hace vibrar todo el poder de la vida y abre la puerta a su flujo natural, porque “YO SOY” es la Plena Actividad de Dios y por tal motivo, nunca jamás, el discípulo debe consentir que su pensamiento coloque una negatividad a “YO SOY” o entorpecer la actividad de ESA VIDA como cuando dice “yo no puedo”, porque con esa clase de afirmaciones inutiliza la energía de Dios que está en sí mismo y en su mundo.

Debemos saber que al decir “YO SOY” estamos invocando la acción de Dios en nosotros y en nuestra vida, y de esta manera abrimos la puerta a la poderosa Inteligencia para expresarse en el mundo externo. Para esto es necesario calmarse tomando asiento y calmando el “Yo externo”. Esto nos abastecerá de la Energía, cada vez que la necesitamos.

No se debe poner atención sobre una cosa que no queremos. El sentimiento alegre es más eficaz que todos los esfuerzos desesperados y tristes, porque alegría significa amor y el amor es la libertad de Dios que se manifiesta en todo.

Todo ser humano desea la perfección, la hermosura y la abundancia; esto demuestra que “YO SOY” al querer expresar estos atributos enciende el deseo en la mente y el corazón del ser humano, para que éste le sirva de instrumento de manifestaciones. Si el ser humano permite a la “PRESENCIA YO SOY”, que está en él, que actúe conscientemente, ella influirá sobre el cuerpo haciéndolo más puro y perfecto; más bello y armónico.

Todo ser humano puede entrar al Reino de “YO SOY” y pedir que su voluntad sea hecha, así en el cielo más elevado del ser como en la tierra más densa del cuerpo físico. A esto se refiere la sabia afirmación: “Quedaos tranquilos y sabed que YO SOY DIOS”: es decir, hay que calmar la mente para que “YO SOY” actúe con su poder dinámico en la vida de cada uno. Esto confirma que cada forma externa no es más que la vestidura de YO SOY, que usó para expresarse en la octava más densa en que el ser humano se había sumergido.

Quien mantiene sus pensamientos en un ideal, infaliblemente lo realizará. “Tal como piensa el ser humano en su corazón así es el”.

YO SOY LA PRESENCIA DIVINA que ilumina a todo aspirante que quiere dedicarse a la vida superior, para descubrir todas las sabidurías de las edades.

Estas enseñanzas herméticas se practicaban hace miles de años en Egipto y eran reveladas, solamente, a los seres merecedoras de ellas.

Nos fue enseñado que cuando un hombre dice, con pureza, “YO SOY” proyecta una especie de fuego de color violeta que consume y disuelve toda creación discordante de su aura. Es la llama del PURO AMOR Divino que está esperando el sentimiento y el pensamiento del hombre para convertirse, en acción dinámica, en su mente, cuerpo y aura y para limpiarle de toda imperfección, y así YO SOY podrá derramar, a través de él, luz, amor y poder sin entorpecimiento.

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