Cuando meditamos armoniosamente, entramos en comunión con nuestra propia presencia YO SOY, recibimos sus dones de iluminación, voluntad y amor divino, y nos volvemos más receptivos a la energía del plano ascendido.
A medida que se adquiere el hábito de meditar diariamente, se empieza a generar un momentum energético que se almacena en el aura. Esta energía Crística se convierte en un poderoso magneto que fluye a través de nosotros, para ayudarnos a manifestar en el plano material, aquello que deseemos y necesitemos para el cumplimiento de nuestro plan de vida.
El poder de la palabra se ve incrementado cuando es impulsado por la energía que hemos descargado en meditación. A través de su práctica diaria, ustedes notarán una gran diferencia en la efectividad de sus decretos cuando han practicado meditación.
El poder del decreto se magnifica exponencialmente cuando contamos con esa reserva de energía. El momentum de energía Crística se proyecta a través de la palabra, y sale a cumplir aquello que se ha decretado.
Si meditas diariamente, descubrirás que la energía de tu aura se va expandiendo. Puedes comprobarlo físicamente. Cuando finalices una meditación profunda y armoniosa, enfrenta las palmas de tus manos, relajadas y serenas. Y mentalmente proyecta energía a través de ellas, en breve empezarás a sentir la energía expandiéndose, proyectándose hasta más allá de tu campo áurico, incluso más allá de la habitación.
Esa misma energía divina, provee a los decretos de un poder inmanente que les permite realizarse rápida y abundantemente.
Cuando medites, puedes incrementar el flujo de energía que se vierte hacia ti mediante los decretos. Por ejemplo, si tu meditación es para la salud, cuando te encuentres en el plano superior en el templo de luz verde, decreta: YO SOY la perfecta salud manifestada ahora y siempre. YO SOY la presencia de la salud y del bienestar. YO SOY la fuente de la juventud. YO SOY la energía inagotable. YO SOY el funcionamiento perfecto de las células de mi cuerpo y de cada partícula de mi ser. Puedes elegir un solo decreto y repetirlo muchas veces, por ejemplo: YO SOY la salud perfecta en todo mi ser (x20). Decreta tantas veces como lo sientas necesario, hasta que el deseo interno haya sido satisfecho. Al tiempo que decretas, visualízate en ese templo de fuego verde rebosante de salud, de luz, de fuego incandescente, obsérvate perfecto, perfecta, tus ojos llenos de luz, radiante, como una chispa divina nacida y brotada del gran creador.
Al finalizar, decreta audible o mentalmente: YO SOY perfección, YO SOY perfección, YO SOY perfección.
A medida que decretes durante tu meditación, el fuego de la liberación se irá expandiendo hasta iluminar tus cuerpos y a los seres que entren en contacto contigo.
Para incrementar el poder de los decretos, puedes decretar antes, durante o después de la meditación. En la siguiente lección pondré a tu disposición tres meditaciones en las que se decreta durante el ejercicio, te invito a ponerlas en práctica, la idea es que cuando escuches los decretos, los hagas en voz audible. Enseguida notarás un gran poder expandiéndose desde y a través ti.