El secreto de la efectividad

Existe un secreto majestuoso que deberás seguir para recibir todos los beneficios de la práctica del decreto, un secreto que mejorará tu salud tremendamente, que te otorgará más lucidez, mayor armonía y un sinnúmero de beneficios que tú mismo podrás comprobar. El secreto es, sin duda alguna: La Práctica. Así es, la práctica. Si tu intención es obtener resultados rápidos sin hacer mucho esfuerzo, tu intención no es pura y, por ende, no verás los resultados. Sin embargo, si conoces la importancia de la disciplina y la práctica ordenada y constante, sabrás que necesitas de tiempo, armonía y mucha paciencia para obtener la perla sagrada de la maestría.

La práctica diaria rompe el velo ancestral que nos ha mantenido separados de la fuente divina debido a nuestro mal uso energético. Este velo está compuesto por un campo energético de pensamientos y sentimientos que cada persona teje con su propia discordia.  Este velo se ha convertido en un muro de separación entre la conciencia evolutiva del alma en el ser humano y la Gran Llama Divina o Ser Real dentro del corazón. De esta forma, el ser humano se ha separado por sí mismo de la fuente de misericordia y amor. Y durante siglos, este velo de energía lo ha privado eficazmente de la verdad de su propio ser y de la Presencia de Dios. Por lo tanto, es el mismo ser humano quien tiene que rasgar el velo de su conciencia mortal -de la cual es el único autor- a través de la aplicación de la ciencia de la palabra hablada y de la meditación contemplativa.